¿Cómo funciona un concentrador de oxígeno? ¿Por qué es necesario utilizar agua destilada?
Un concentrador de oxígeno es un equipo médico que por medio de electricidad, permite filtrar el aire de una habitación para conseguir oxígeno puro. Funciona a través de un tamiz o filtro de Zeolita, que es un mineral capaz de absorber grandes cantidades de nitrógeno presente en el aire que respiramos. Dicho filtro, atrapa las moléculas de nitrógeno permitiendo el paso libre de las moléculas de oxígeno, trasladándolas de manera pura al paciente que lo necesita.
A diferencia de los concentradores, los tanques de oxígeno son únicamente un almacenamiento de este elemento a temperaturas muy bajas, y es necesario recargarlo constantemente. La única ventaja que presenta ante el concentrador de oxígeno es, que no requiere ninguna clase de energía para funcionar. La desventaja es que no permite tanta libertad como la que se tiene al utilizar un concentrador.
Ambos dispositivos, cuentan con un vaso humidificador que, como su nombre lo indica, está encargado de humidificar el oxígeno que pasará a las vías respiratorias del paciente.
Para su correcto funcionamiento, el vaso debe llenarse con agua destilada, para garantizar la pureza del oxígeno que recibirá la persona, de lo contrario, pueden presentarse ambientes bacteriológicos que resultarían perjudiciales en la salud.
¡Te dejamos esta imagen informativa para que te sea más fácil recordarlo!
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